Wednesday, July 12, 2006

Woldenberg ¡Te extrañamos!

Después de todo lo que he escuchado y leido en distintos medios sobre las irregularidades que se detectaron en el cómputo tanto del PREP como en el distrital del IFE, mi confianza en la única Institución que creía inmaculada, ajena a la corrupción que permea todas, t-o-d-a-s, las instituciones de este país, se vino abajo.

En el 2000 aunque mi opción para la Presidencia de la República no fue Vicente Fox, recuerdo bien -porque en la elección de ese año cubrí las elecciones como reportera del semanario Proceso- la ventaja fue para Fox, ocho puntos para ser exactos, sobre Labastida y, aún así, el entonces presidente del IFE José Woldenberg, no se aventuró a dar un resultado definitivo hasta tener el cómputo final de los distritos, una semana después de la elección.

En esta ocasión, la falta de información, la prisa por sacar el resultado y el mensaje de Luis Carlos Ugalde de declarar como ganador de la contienda a Calderón al decir que "la democracia se gana con un voto", por lo menos, despiertsa suspicacias.

Fue el mismo Ugalde quien al no difundir públicamente lo de los 2.5 millones de votos que no se habían contabilizado por "inconsistencias" y declarar un vencedor cuando esto corresponde al TEPJF, dio pie al PRD para denunciar un presunto "fraude" electoral y equipararlo con el de 1988 cuando ambos procesos son infinitamente distintos.

Si a todas esas inconsistencias le agregamos que Ugalde y la mayoría de los consejeros del IFE entraron cuestionados por sus relaciones personales con panistas y priistas y que esas posiciones fueron negociadas nada menos que por elba Esther Gordillo y Calderón, bueno, todo eso fortalece la idea de que el IFE fue mancillado. Por lo menos la duda esta sembrada, algo que no sucedió con Woldenberg quien hasta la fecha es considerado una persona íntegra ¡Cómo lo extrañamos!

Tuesday, July 11, 2006

Lo que vi el 2 de julio

Ví, sí, una elección copiosa, competida, reñida, cerrada pero -estoy segura- fruto de una campaña viciada de inicio, no propositiva sino destructiva.
Ví, más que dos proyectos enfrentados, dos candidatos obnubilados por el poder pero, uno de ellos, Calderón, con el apoyo del Estado, de grupos económicos muy poderosos y eso sí -hay que reconocerlo- con un excelente equipo de asesores y de mercadotecnia.

Al igual de Fox, en el 2000, Calderón es producto de la publicidad. Hace un año, recién nombrado candidato del PAN, poca gente lo conocía y casi nadie lo ubicaba como funcionario público. Su experiencia se reduce a dos cortos periodos: el primero como director de Banobras en donde, por cierto, tuvo que devolver un crédito hipotecario que obtuvo por el cargo que ocupaba. Luego ocupo por escasos meses la Secretaría de Energía que abandonó, sin haber logrado avance alguno, debido a un regaño propinado por el Presidente Fox, por promocionarse políticamente fuera de tiempo.
Ahora, todo parece indicar que será el próximo Presidente de México, respaldado por la tercera parte de los 42 millones que votaron el 2 de juluo y, ahora sí, parece estar muy preocupado por unir lo que él mismo dividió.
Tenemos un México dividido entre el Norte y el Sur, los pobres y los ricos, los nacos y los juniors, los que se proclaman vencedores y los que aseguran que les robaron el triunfo.
Me parece que el TRIFE, la instancia que tiene la última palabra de quién debe gobernar este país, no debe permitir que Calderón llegue a ser Presidente sin el respaldo de la mayoría. Abrir los paquetes electorales, rectificar los votos, volverlos a contar, bien sabemos, no le va a dar el triunfo a López Obrador porque el fraude no fue, o no sólo fue en las urnas (sin embargo el re-conteo de votos le daría legitimidad a Calderón y a nosotros, los ciudadanos mayor certeza).El voto ganado por Calderón es producto de la sucia pero eficiente campaña de desprestigio que emprendió desde marzo en contra de su principal oponente.
Hay analistas que se resisten a creerlo pero sé de muchos casos -no estoy hablando de gente ignorante y sin preparación- amigos y familiares míos, con un alto nivel educativo, universitarios la mayoría de ellos, que han confesado que tuvieron miedo de votar por AMLO porque perderían su casa, su patrimonio, que con mucho esfuerzo han logrado obtener.
Funcionó la estrategia, la campaña de miedo, ganó Calderón. Ya tiene lo que quería, ahora ¿qué sigue?